Organizada por el Global Center for Human Rights (GCHR), se pensaron estrategias en vísperas de la sentencia de la Corte IDH, que podría legalizar de facto la práctica en todo el continente en pocos meses.

El pasado jueves, 7 de diciembre, el Global Center for Human Rights, junto a 15 organizaciones provida, realizaron un encuentro virtual por Zoom para realizar un análisis del impacto del Caso Beatriz vs El Salvador, cuyo fallo determinará el futuro de Latinoamérica en materia de aborto. La oradora por parte del GCHR fue la cofundadora y abogada especialista en organismos multilaterales, Neydy Casillas.

Se comparó este caso con el famoso fallo judicial “Roe vs Wade” que impuso el aborto en todo el territorio nacional de los Estados Unidos. El caso, al estar en manos de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, tiene alcance regional, por lo que representa una amenaza para la dignidad y los derechos del niño por nacer de un continente, independientemente de las legislaciones o constituciones nacionales que protegen la vida desde la concepción de los estados miembros. La sentencia del fallo se conocerá en los próximos meses.

En el zoom se relató el caso y las mentiras que lo rodean, y cómo por medio de tergiversaciones, amenazas y presión de grupos de poder (que van desde la industria del aborto, organismos internacionales hasta ONG feministas) se logró instalar en la CIDH, y de allí se trasladó a la Corte IDH.

La joven Beatriz, de situación económica vulnerable y con lupus, cursaba su segundo embarazo, cuando le detectaron a Leilani, su hija, anencefalia. Los grupos abortistas intentaron convencerla de que moriría si no abortara, pero el Estado salvadoreño determinó, tras revisiones médicas, que su vida ni la de su niña corrían riesgo. Tras nacer, Leilani murió producto de la anencefalia a las pocas horas, y pudo estar en brazos de su madre, ser bautizada y enterrada. Cuando Beatriz murió cinco años después producto de un accidente de moto, los grupos locales instalaron que la muerte se produjo por las secuelas del embarazo, contrario a lo que determinaron los equipos médicos.

En el zoom, se denunció que la Corte, lejos de ser parcial, está siendo instrumentalizada por grupos activistas y la industria abortista en pos de su agenda, ya que el caso no debería haber llegado a tal instancia por sus inconsistencias.

Entre las principales organizaciones, se mencionaron el Centro por la Justicia y el Derecho Internacional (CEJIL), que recibe financiamiento de la Open Society de George Soros, es un centro que utiliza casos como el de Beatriz para generar litigios que impongan el aborto por la vía judicial en los estados miembros de la Corte IDH, salteándose las legislaciones locales, funciona como el brazo jurídico de los grupos abortistas, y hoy es casi parte de la Comisión Americana de DDHH y de la Corte, teniendo acceso incluso a reuniones cerradas, por lo que pone en duda la objetividad del organismo a la hora de fallar.

Ipas es una organización que lucra con el aborto produciendo cánulas y aspiradores manuales que se utilizan en la práctica, y uno de los abogados involucrados en el Caso Beatriz, aprobado por la Corte, está haciendo negocios con la causa que él mismo defiende judicialmente, mostrando un evidente conflicto de intereses. Además, uno de los peritos presentados en la causa, el doctor Guillermo Ortiz, forma parte de los “campeones por el aborto” de Ipas, habiendo recibido premios en la organización, y la Corte permitió que testifique en la causa.

Por último, la agrupación de Morena Herrera para la despenalización del aborto terapéutico, ético y eugenésico, obtuvo de manera clandestina los expedientes del caso Beatriz por medio de una enfermera que brindó la información, y fue esa organización la que llevó el caso a la justicia.

La Corte, que debería ser financiada por los países miembros, recibe la mayoría de sus fondos de organizaciones foráneas y estados no miembros, cuyos intereses son favorables a la legalización del aborto.

El fallo, de ser favorable a la causa abortista, representa una amenaza para millones de mujeres y niños por nacer del continente, ya que la Corte IDH es parte de la Organización de Estados Americanos, y los países miembros firmaron la Convención Americana de Derechos Humanos, en la cual aceptaron sujetarse a la jurisdicción de la Corte, por eso ésta tiene poder sobre los países que la conforman. Vale aclarar que la firma del tratado hablaba sobre el respeto a la vida, y la nueva composición de la Corte, con jueces favorables al aborto, busca cambiar aquello que los países acordaron firmar inicialmente.

También, un fallo de esta magnitud implicaría un avasallamiento a la soberanía y la democracia de los estados miembros, ya que un grupo de jueces que nadie eligió, tendrá la potestad de decidir sobre la vida de millones de seres humanos del continente, además de sobrepasar las facultades de un organismo judicial, tomando competencias que corresponden al poder legislativo de cada país, conformado por diputados y senadores elegidos por el pueblo.

Por último, se hizo un llamado, en este tiempo de adviento y unión familiar, a 40 días de vigilia con ayuno y oración, ya que se trata de una batalla espiritual, como forma de preparación para el mes de enero, donde volverán a encontrarse las organizaciones para pensar acciones concretas con el fin de evitar que el aborto se imponga en todo América Latina por medio de la Corte IDH. El mensaje espiritual fue dado por Lourdes Varela de 40 days for Life, Samuel Guzmán, pastor de República Dominicana, Carlos Pera de Parlamento & Fe, y con la colaboración de Ligia, de AFI, quien fue una de las principales oradoras del evento junto a Neydy Casillas.

Las organizaciones que estuvieron presentes fueron, además del GCHR, Estamos Unidos por la Vida, Mesa de Diálogo y Representación Cristiana, Parlamento & Fe, Obseravatorio de la Dignidad, Frente Joven, Nazer, Asociación la Familia Importa (AFI), Unidos X La Vida, Frente Nacional por la Vida, Alianza Evangélica Latina y Conciudadanos.